miércoles, 3 de febrero de 2010

Soledad

Atardece;
y este largo tormento
empieza a tomar forma.
Se acerca la noche
y en sus oscuras grietas
se acurruca aferrándose allí.
Las sombras
de tus recuerdos
pululan por mi memoria
y las caricias,
que aún están presentes,
me hacen estremecer.

Anochece;
y tan sólo una foto
marca tu presencia.
El paso del tiempo,
con su eterno tic tac,
inunda el salón.
En un poco de vino,
dentro de una copa,
se ahogan mis penas.
Y como siempre a la espera que,
al llegar el alba,
estés junto a mí.

Amanece;
y aun tus recuerdos
están en mi mente,
soñando y sintiendo
que vas a regresar.
Y al llegar el díav
estido de luces,
tomados del sol
que empieza a brillar.
Así vestida de fiesta
me acompaña en la vida
mi amiga soledad.

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